Descubiertas por Toribio Mejía Xesspe en 1927, las Líneas de Nazca fueron estudiadas especialmente por María Reiche, quien por muchos años se preocupó por su conservación. El Perú le debe un profundo cariño y respeto a esta investigadora alemana, que se dedicó por entero a la preservación de uno de los mayores atractivos del país.