La época preincaica abarca varios miles de años antes del surgimiento del Imperio Inca en el siglo XV. Durante este tiempo, diversas civilizaciones florecieron en Los Andes y a lo largo de la costa peruana, dejando un rico legado cultural, arquitectónico y artístico. Las culturas preincaicas son clave para comprender el desarrollo de la civilización andina, ya que sentaron las bases de los avances que culminarían bajo el Imperio Inca.
Una de las primeras grandes culturas que se desarrolló en Perú fue la cultura Caral, que prosperó entre 3000 y 1800 a.C. en el valle de Supe, a unos 200 km al norte de Lima. Caral es considerada la civilización más antigua de América y es notable por sus estructuras monumentales, pirámides y plazas circulares. Muestra evidencia de una organización social compleja y extensas redes comerciales, mucho antes de la aparición de los incas.
Después de la cultura Caral, surgieron muchas otras civilizaciones, cada una aportando importantes innovaciones culturales y tecnológicas. La cultura Chavín (900-200 a.C.) es una de las más famosas de la época preincaica. Surgió en Los Andes centrales y es conocida por sus templos monumentales y su elaborada iconografía religiosa. El sitio arqueológico de Chavín de Huántar fue un centro importante de esta cultura, donde se realizaban ceremonias religiosas y rituales en honor a sus deidades.
Más tarde, las civilizaciones Paracas y Nazca se desarrollaron a lo largo de la costa sur de Perú. La civilización Paracas (700-100 a.C.) es conocida por sus coloridos textiles y sus complejas prácticas funerarias, incluida la momificación. Los Paracas también innovaron en la irrigación agrícola, lo que permitió a su pueblo sobrevivir en un entorno desértico. La civilización Nazca (100 a.C. - 800 d.C.) continuó y es famosa por las líneas de Nazca, vastos geoglifos grabados en el desierto que continúan intrigando a los investigadores hoy en día.
Mientras tanto, en la región norte de Perú, la civilización Moche (100-700 d.C.) floreció a lo largo de los valles costeros. Los Moche son conocidos por sus intrincadas cerámicas, sus tumbas reales y sus enormes pirámides de adobe, como Huaca del Sol y Huaca de la Luna. También dejaron un legado de historias mitológicas representadas en sus obras de arte.
La época preincaica culminó con el surgimiento de las civilizaciones Wari y Tiwanaku, que dominaron Los Andes entre 600 y 1000 d.C. El Imperio Wari, en particular, estableció una red de caminos y centros administrativos que luego servirían de modelo para los incas. Los Wari a menudo se consideran los precursores de los incas debido a su capacidad para unificar las diversas culturas andinas bajo una sola autoridad política.
La época preincaica fue, por lo tanto, una época de gran innovación y desarrollo cultural. Si bien los incas heredaron muchas prácticas y conocimientos de las civilizaciones que los precedieron, cada cultura preincaica contribuyó al rico patrimonio peruano y a la formación de la civilización andina tal como la conocemos hoy.