Antes de terminarse la fiesta de los carnavales, se elige a los siguientes mayordomos del evento. Éstos se encargan de organizarlos y velar hasta por el más mínimo detalle, pues la costumbre dicta que la fiesta siguiente debe ser mejor que su antecesora. Los onerosos gastos que demanda su realización a veces pueden sobrepasar los 10 mil dólares.