La falta de hospitales y de médicos por habitante (2,8 médicos por cada 10 mil habitantes) ha hecho que Apurímac sea uno de los departamentos con mayor mortalidad infantil en el Perú. La desnutrición y las diversas enfermedades endémicas recortan igualmente la esperanza de vida (63,7 años), cifra que supera tan sólo Huancavelica.